Tu vales, no desesperes.

¿Cuántas veces te has preguntado...¿por qué no puedo?,  ¿por qué no tengo? ¿por qué no soy...? 

¡Hey! eres mucho ¿ Qué es lo que realmente hace tan diferentes las cosas? La verdad que tu quieras creer. 

La verdad que escuchas a diario, la de los hombres...la del mundo, probablemente sea que no podrás llegar muy lejos, que no podrás salir de determinada situación de oscuridad en la que te encuentras, que eres un caso perdido, que la corriente del mundo es así y de esta es imposible salir.

Quizás, que no mereces a alguien que te quiera, y te quiera en serio. Incluso, nosotros mismos, en muchas ocasiones, con o sin intención, hemos entrado a hacer parte de este grupo lleno de prejuicios, pesimismo y falta de fe en el poder que tiene Dios para quebrarlo todo...y volverlo a levantar. 

La verdad...de verdad es que...

Dios nos dice que si nos arrepentimos de corazón, creemos en Jesucristo y nos entregamos a Su Voluntad ...¡vaya! cuántas cosas hará Dios con nosotros...cuántos vacíos llenará. De seguro, permitirá que nos estrellemos de frente con cosas que es necesario dejar, pero te aseguro que Él estará ahí para levantar nuestro rostro, limpiarnos y fortalecernos para dar continuidad a la carrera.  ¿en dónde esta el milagro tras todo esto? El mas grande y mas hermoso de todos, Dios nos dice "ven...borremos el pasado y comencemos de nuevo juntos". Eso hizo Jesús...eso significa la cruz.

Acaso, ¿tu pagarías un precio muy elevado por un artículo que no te representa mucho o no te va a ser de mucha utilidad? 

Pues tu y yo para Dios representamos tanto...tanto que El decidió dar a su hijo, de su propia esencia, perfecto y santo para salvarnos. Ese es el valor que nos puso. 

Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará. Salmos 37:4-5

Y recuerda...

 Confía en el Señor de todo corazón,y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y el allanará tus sendas. No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al Señor y huye del mal.
Proverbios 3:5-7